Comer demasiada azúcar está atacando tu salud más de lo que piensas

Numerosas investigaciones han demostrado los efectos negativos del consumo excesivo de azúcar sobre la salud, lo que ha servido de base a las recomendaciones de limitar el consumo de productos "libre de azúcar" (sugar free) o añadido a menos del 10% de la ingesta calórica diaria de una persona.

 El consumo elevado de azúcar añadido se asoció con un riesgo significativamente mayor de 45 resultados negativos para la salud, como diabetes, gota, obesidad, hipertensión, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, cáncer, asma, caries, depresión y muerte prematura.

 Los azúcares libres son los añadidos durante el procesado de los alimentos; los envasados como azúcar de mesa y otros edulcorantes; y los presentes de forma natural en jarabes, miel, zumos de frutas, zumos de verduras, purés, pastas y productos similares en los que se ha descompuesto la estructura celular del alimento, según la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA por sus siglas en inglés). Esta categoría no incluye los azúcares presentes de forma natural en los productos lácteos o las frutas y verduras estructuralmente enteras.

 La conexión entre azúcar y enfermedad

El consumo elevado de azúcar se ha asociado a la obesidad, que es un fuerte factor de riesgo de varios tipos de cáncer. Lo mismo ocurre con las enfermedades cardiovasculares.

El consumo de azúcar añadido puede promover la inflamación en el cuerpo, y esto puede causar estrés en el corazón y los vasos sanguíneos, lo que puede conducir a un aumento de la presión arterial.

Sé consciente de lo que te metes en el cuerpo leyendo las etiquetas nutricionales al hacer la compra, incluso las de alimentos que no consideras dulces, como el pan, los cereales de desayuno, los yogures o los condimentos. Estos alimentos suelen contener mucho azúcar añadido, y eso suma.

Opta por agua endulzada con rodajas de fruta en lugar de bebidas azucaradas y toma fruta fresca o congelada de postre en lugar de pasteles, galletas o helados. Cocinar y hornear en casa más a menudo es una de las mejores maneras de reducir el consumo de azúcar.

Dormir bien con regularidad también ayudaría, ya que tendemos a elegir alimentos más azucarados cuando estamos cansados. Reducir el consumo gradualmente puede ayudar a entrenar las papilas gustativas para que deseen menos azúcar.