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Dan ideas para no comerse las uñas o rascarse la piel por estrés

NUEVA YORK.—Julio 24 del 2023.-(Agencias).- Si no puede evitar morderse las uñas, rascarse la piel o arrancarse el cabello, sobre todo cuando está estresado, puede probar algo que quizá funcione, informa HealthDay News.

En lugar de morder, rascar o arrancar, simplemente toque su piel con suavidad, por ejemplo rozando las puntas de los dedos, las palmas o la parte posterior del brazo, al menos dos veces al día.

Esta estrategia, que se conoce como “reemplazo de hábito”, ayudó a un 53% de los participantes en un estudio de seis semanas a reducir su conducta no deseada.

“La norma es tan solo tocar su cuerpo con suavidad”, comentó el autor principal del estudio, SteffenMoritz, director del grupo de trabajo en neuropsicología clínica del Centro Médico Universitario Hamburgo-Eppendorf, en Alemania, a NBC News. “Si está estresado, lo puede hacer más rápido, pero no aplicarse más presión”.

Se cree que estas conductas repetitivas centradas en el cuerpo (CRCC) afectan a alrededor de un 5% de todas las personas del mundo.

El nuevo estudio incluyó a 268 personas. Tenían tricotilomanía, una afección en que las personas responden al estrés o se calman al arrancarse el cabello, o se mordían las uñas o el interior de la mejilla repetitivamente.

Se dijo a los miembros del grupo de control que estaban en lista de espera para el tratamiento, que recibieron después de que el estudio acabara. A los demás se les enseñó a formar un hábito de reemplazo mediante un manual y un video.

Los que se mordían las uñas parecieron experimentar el mayor beneficio. Alrededor de un 80% de las personas del grupo de tratamiento dijeron que estaban satisfechas con el entrenamiento, y un 86% lo recomendarían.

Aunque se necesita más investigación, esta estrategia podría unirse a unas técnicas conductuales existentes, como el desacoplamiento y el entrenamiento en reversión de hábitos, que se utilizan para personas con CRCC.

En el desacoplamiento, una persona podría reemplazar una conducta como morderse las uñas con algo que comience de forma similar, por ejemplo levantar la mano hasta la cara, pero que acaba tocándose el lóbulo de la oreja, en lugar de morderse las uñas.

En el entrenamiento en reversión de hábitos, alguien podría implicarse de forma similar en una conducta distinta.

“Quizá conlleve, por ejemplo, apretar mucho un puño cuando tenga el deseo intenso de halarse el cabello o rascarse la piel. Quizá sea sentarse sobre sus manos”, señaló Natasha Bailen, psicóloga clínica del Centro de TOC y Trastornos Relacionados del Hospital General de Massachusetts y la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, a NBC News.

A veces, a las personas con estas conductas les recetan medicamentos, como los antidepresivos, y la terapia cognitivo conductual puede ser otra opción de tratamiento.

Moritz estimó que entre un tercio y la mitad de los pacientes se benefician del desacoplamiento, el resto no.

“Entonces, la idea era encontrar otra técnica que quizá sea más adecuada para quienes no responden”, señaló.

John Piacentini, presidente de la junta de la TLC FoundationforBody-FocusedRepetitiveBehaviors, dijo que el estudio aumenta la concienciación sobre estas afecciones.

“Hay unos tratamientos razonablemente buenos disponibles, que la mayoría de los profesionales clínicos no conocen o no realizan”, declaró a NBC News.

“En esta población, de verdad debemos buscar tratamientos que tengan un impacto real o que de hecho reduzcan la intensidad de estos síntomas específicos”, añadió Piacentini.

La investigación de “prueba de concepto” necesita más confirmación, pero los hallazgos animan a los expertos.

“Me emocionó mucho que se esté realizando más trabajo en esta área de autoayuda”, afirmó Bailen.

“Obtener acceso a los servicios de la salud mental puede ser de verdad difícil hoy en día, y las listas de espera pueden ser larguísimas”, lamentó. “Pero pienso que mientras más investigaciones podamos realizar, y mientras más podamos desarrollar estos materiales de autoayuda, podemos ayudar a reducir la brecha en el tratamiento. Y esto sin duda es importante”.

Los hallazgos se publicaron en la edición en línea del 19 de julio de la revista JAMA Dermatology.