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Depresión tendría relación con el Covid prolongado

Mayo 10 mayo del 2023.-Mientras intentaban desentrañar los misterios del Covid prolongado, unos investigadores encontraron que la ansiedad y la depresión podrían tener un papel en algunas de las personas con la afección persistente.

En el estudio, a cargo de científicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), los pacientes que percibían que tenían más dificultades de pensamiento durante una infección de Covid también eran más propensos a sufrir síntomas físicos persistentes que los que no reportaron problemas de pensamiento, según indica HealthDay News.

Alrededor de un tercio de las personas con síntomas de Covid prolongado percibían que tenían déficits de pensamiento, que se ha encontrado que se relacionan con la ansiedad y la depresión.

Estos hallazgos sugieren que los problemas psicológicos, como la ansiedad o los trastornos depresivos, podrían jugar un papel para que algunas personas experimenten Covid prolongado.

“Esta percepción de los déficits cognitivos (de pensamiento) sugiere que los problemas afectivos, en este caso la ansiedad y la depresión, parecen perdurar durante el período del Covid prolongado”, señaló el autor principal del estudio, doctor Neil Wenger, profesor de Medicina de la división de investigación en medicina interna general y servicios de salud de la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA.

“Esto no quiere decir que el Covid prolongado sea imaginario, sino que es probable que no sea una sola afección, y que, en cierta proporción de los pacientes, es probable que haya un componente de ansiedad o depresión que la enfermedad exacerba”, explicó Wenger en un comunicado de prensa de la universidad.

¿Cuáles fueron los signos que sugieren depresión por Covid?

Para estudiarlo, los investigadores encuestaron a 766 pacientes inscritos en el Programa Ambulatorio de SARS-CoV-2 de la UCLA. Habían tenido una infección anterior confirmada de Covid-19.

Fueron encuestados por teléfono 30, 60 y 90 días tras el alta del hospital. Los no hospitalizados fueron encuestados a esos intervalos tras la fecha de una prueba positiva de Covid.

Se preguntó a los participantes si experimentaban síntomas físicos de Covid prolongado. Algunos ejemplos incluyeron: ¿Podían realizar actividades como correr, mover una mesa o subir un tramo de escalera? ¿O seguían teniendo fiebre, escalofríos, pérdida del olfato y cansancio?

La encuesta también contenía preguntas relacionadas con la función del pensamiento, por ejemplo si tenían problemas para organizarse o concentrarse en las actividades, o si habían olvidado lo que habían hablado en una conversación telefónica hacía un mes.

Poco más de un 36 por ciento de los participantes percibieron que, durante su enfermedad o en las semanas posteriores, habían tenido dificultades de pensamiento y memoria. Estos pacientes tenían el doble de probabilidades que los que no creían que habían tenido déficits de pensamiento de decir que también experimentaban síntomas físicos a los 60 y 90 días.

El estudio fue financiado por el Centro Nacional para el Avance de la Ciencia Traslacional de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos.

Entre las limitaciones del estudio se encontraba que las respuestas fueron subjetivas. Los investigadores tampoco tenían datos sobre la depresión y la ansiedad posibles de los participantes antes de la infección con Covid-19. Estos hallazgos quizá no apliquen a otros grupos de pacientes, porque estos individuos fueron remitidos por médicos que pensaban que tenían un riesgo clínicamente alto de déficits del pensamiento.