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Misa fúnebre en San José reúne a la familia Chamorro y figuras latinoamericanas

Ceremonia fúnebre y honores
La expresidenta nicaragüense Violeta Barrios de Chamorro, fallecida el sábado a los 95 años, fue despedida este lunes en una misa fúnebre en Costa Rica, en la que su familia prometió llevar sus restos a Nicaragua cuando vuelva a ser «república».

La urna con los restos de la mujer que pacificó Nicaragua tras derrotar en las urnas en 1990 al exguerrillero sandinista Daniel Ortega estaba cubierta con la bandera nicaragüense en la ceremonia celebrada en el templo del Sagrado Corazón de Jesús, en San José.

Declaraciones de la familia
Dos de sus hijos, Cristiana y Carlos Fernando Chamorro, y varios de sus nietos estuvieron presentes. También asistieron el expresidente costarricense y premio Nobel de la Paz Óscar Arias, y el cantautor nicaragüense Luis Enrique Mejía Godoy, entre otras personalidades.

«Ella abrió su corazón de par en par a la esperanza de una patria libre, en paz y reconciliación, para convertirse en presidenta de todos los nicaragüenses», dijo Cristiana, quien agradeció a Costa Rica por darle a su madre «una sepultura digna y segura».

«Gracias, mamá… por tu inmenso ejemplo de amor y generosidad. Y te prometo que, cuando Nicaragua vuelva a ser república, regresarás a descansar en paz en tu patria», señaló Carlos Fernando, en la misa a la que asistieron nicaragüenses exiliados en Costa Rica.

Trayectoria y legado político
Decenas de expresidentes de América Latina y España expresaron sus condolencias y resaltaron su contribución a la paz en momentos críticos.

Primera mujer elegida presidenta en América, Barrios de Chamorro gobernó Nicaragua de 1990 a 1997. Fue trasladada de Managua a San José en octubre de 2023 para estar cerca de sus hijos, desterrados por el actual gobierno de Ortega.

Era ama de casa en 1978 cuando entró en la política tras el asesinato de su marido, el periodista Pedro Joaquín Chamorro, cometido por la dictadura de Anastasio Somoza. La exmandataria, a quien los nicaragüenses llamaban Doña Violeta, murió tras una larga enfermedad, por complicaciones derivadas del Alzheimer y de una embolia cerebral sufrida en diciembre de 2018.

Contexto y notas históricas
Ortega, exguerrillero de 79 años, presidente de Nicaragua de 1985 a 1990 y nuevamente en el poder desde 2007, es señalado por críticos, gobiernos y organismos internacionales como un autócrata que eliminó las libertades y la independencia de poderes que Barrios de Chamorro había consolidado.

El sábado, el gobierno de Ortega y su esposa y copresidenta, Rosario Murillo, reconoció que la exmandataria hizo un aporte a la paz en el país, pero no decretó duelo nacional en su memoria.

N. de le R. La relevancia histórica de Violeta Barrios de Chamorro trasciende su condición de primera mujer en llegar a la presidencia en América Latina (1990-1997): su elección significó el fin de la guerra civil que asoló Nicaragua durante la década de 1980 y abrió paso a un proceso de desmovilización de más de 30 mil excombatientes sandinistas y contras, así como a la instauración de un sistema multipartidista en el país.

Desde la restauración de la democracia en 1990 hasta su retiro voluntario en 1997, Chamorro impulsó la reforma agraria y la liberalización económica en un contexto de reconstrucción postbélica, logrando una tasa de crecimiento promedio anual cercana al 4 % durante su mandato y reduciendo la inflación de más del 30 % a cifras de un solo dígito.

El exilio de su familia, iniciado en octubre de 2023, refleja la grave crisis de derechos humanos bajo el gobierno de Daniel Ortega: más de 200 mil nicaragüenses han abandonado el país desde 2018, según datos de ACNUR, y organizaciones como Human Rights Watch documentan detenciones arbitrarias y persecución de periodistas y opositores.

La promesa de que sus restos sean repatriados “cuando Nicaragua vuelva a ser república” alude al deterioro de la independencia de poderes y las libertades civiles: Nicaragua ocupa actualmente uno de los últimos lugares en el Índice de Democracia de The Economist Intelligence Unit, en la categoría de “régimen autoritario”.

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