Quién es Mario Ruz Sosa, el investigador yucateco que será honrado por la UNAM

MÉRIDA.-Agosto 23 del 2023.-(Por Iris Ceballos Alvarado / Diario de Yucatán).-El destacado trabajo que ha realizado como investigador, académico y divulgador llevó al doctor Mario Ruz Sosa a ser distinguido con el nombramiento de investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el máximo reconocimiento que otorga la institución a los académicos de su plantilla.

Mario Humberto Ruz Sosa nació en Hunucmá, de padre originario de Mérida y madre de Motul. Pronto la familia migró a Tabasco y luego los padres enviaron a sus hijos, incluido a Mario, a estudiar a Ciudad de México, donde se quedó y ha desarrollado la mayor parte de su carrera.

Hace unos días el investigador recibió la notificación de que se había aprobado su nombramiento como investigador emérito de la UNAM, luego de un proceso de dos año, en el que siete consejos de la Universidad sesionaron para determinar si era o no merecedor con base en los méritos alcanzados en diversos rubros.

En una entrevista con Diario de Yucatán, el doctor Ruz indicó que uno de los puntos que se contemplan para otorgar este nombramiento es que el postulado debe tener una obra extraordinaria, de peso excepcional y con reconocimiento nacional e internacional.

¿Quiénes reciben el honor como investigador emérito de la UNAM?

Por ello, una dependencia debe apoyar y presentar al aspirante, y éste a su vez debe entregar documentos y cartas de colegas del país o el extranjero que le apoyan; en su caso, compañeros de Francia, Italia, Japón, Polonia y Rusia, entre otros, enviaron sendas cartas de apoyo.

No solo se evalúa el trabajo como investigador, sino también el papel como docente, qué tanta gente ha formado y con qué instituciones colaboran sus exalumnos, ya sean profesores o investigadores independientes.

La difusión de los trabajos realizados, el compromiso institucional y los premios recibidos también se toman en cuenta.

Por todo ello, Mario Ruz está contento del nombramiento recibido, con el que se reconocen sus logros académicos e intelectuales.

En la parte académica presenta una formación multidisciplinaria, ya que estudió Medicina, de la que se graduó, y posteriormente Antropología Social, Etnología, Historia y Lingüística Histórica, entre otros.

La formación que tiene en estas ramas y el trabajo que ha desarrollado combinando estos conocimientos son algunos de los motivos por los que es distinguido como investigador emérito de la UNAM.

Para su tesis de doctorado, Mario Ruz diseñó un método para estudiar a los pueblos de los que no se tienen cronistas. Se centró en un pueblo de Chiapas que desapareció a finales del siglo XVI, y del que pudo reconstruir su vida.

Para completar esta labor consultó diccionarios del siglo XVI a fin de describir, a partir de los vocablos, la vida cotidiana, el aspecto de los habitantes, la economía, la organización social, y en menor medida, la religión.

Las definiciones encontradas en esos volúmenes son muy diferentes de las que ahora se manejan para los mismo términos. Por ejemplo, la palabra alcahueta, en tzeltal, significa “la que sosiega”, es decir, una acepción diferente a la de la sexualidad; es también la que invita a la batalla, con eso mismo produce sosiego.

El investigador recordó que las ideas sobre sexualidad entre los mayas escandalizaron a los frailes españoles, porque había cierta permisividad en las prácticas sexuales de los pobladores originarios. En los diccionarios traducidos por los religiosos, el pecado se traduce como “mul”, el término indígena para el placer sexual.

Mario Ruz Sosa: Labor editorial

El experto ha trabajado en varios libros y en uno de éstos describe la vida cotidiana de los mayas prehispánicos, en el que se permite hablar de la población en general, no solo las élites, a diferencia de lo que ocurre con muchos investigadores, lo que para él es como si se reconstruyera la vida maya leyendo una revista como “¡Hola!”, porque solo se habla de la clase gobernante y no el pueblo.

Ha rescatado diccionarios en 12 lenguas indígenas, que abarcan la gramática y los confesionarios.

Investigación sobre los suelos mayas

El doctor Ruz ha investigado asimismo en el conocimiento de los mayas peninsulares sobre los suelos. Según apuntó, la Unesco reconoce 13 tipos de suelo, pero en el vocabulario de los mayas hay más de 36, lo que comprueba que podían distinguir la porosidad de una piedra que se puede partir y la permeabilidad de un suelo para determinar qué tanto se inunda un área, “conocimientos que son milenarios”, dijo.

El doctor Mario Ruz ha trabajado asimismo con ocho alumnos de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) en un libro comparativo de las creencias y prácticas en torno a la muerte de los mayas, desde la Huasteca hasta Honduras. Tiene varios libros en proceso de concluir.

Su vínculo con Yucatán, además del de su nacimiento, se da como fundador y diseñador del Centro de Estudios Mayas de la UNAM en el Estado, que fue absorbido por la Coordinación de Humanidades, y es lo que hoy se conoce como el Cephcis. Fue en 2003 cuando diseñó el Centro, y en 2005 fue invitado por el rector a dirigirlo, lo cual hizo por seis años.

También hizo una estancia, un año sabático, en Izamal, tiempo en el que creó en el municipio un centro de difusión de la cultura maya que aún existe.

El doctor Ruz Sosa planea continuar con sus investigaciones y la difusión de éstas por medio de los libros que publica.

Será el 15 de mayo del próximo año cuando la UNAM lleve al cabo la ceremonia en que lo investirá como investigador emérito de la institución.