Científicos buscan nuevos factores del calor extremo

Agosto 13 del 2023.- Los científicos se preguntan si el calentamiento global y “El Niño” tienen un cómplice para causar el calor que ya batió todos los récords en este verano.

La agencia meteorológica europea Copérnico informó que el calor de julio rompió la marca anterior por un tercio de grado.

Es un aumento tan reciente y tan grande, sobre todo en los océanos y en particular el Atlántico Norte, que los científicos discuten si hay otros factores en juego.

Los científicos coinciden en que la causa mayor del calor extremo reciente es, de lejos, el cambio climático ocasionado por el consumo de carbón, petróleo y gas natural, que ha alimentado una larga tendencia ascendente de las temperaturas.

A ésta se suma, en menor medida, el fenómeno natural “El Niño”, un calentamiento temporal de partes del Pacífico que altera el clima mundial. Pero algunos investigadores dicen que debe existir un factor adicional.

“Lo que vemos es algo más que ‘El Niño’ sumado al cambio climático”, dijo el director de Copérnico, Carlo Buontempo.

Dos hipótesis

Una fuente inesperada del calor agregado sería el aire más limpio que resulta de las nuevas normas de transporte marítimo.

Otra causa posible serían las 150 millones de toneladas de agua arrojadas a la atmósfera por un volcán. Ambas ideas están en estudio.

Michael Diamond, climatólogo de la Universidad Estatal de Florida, dice que el transporte marítimo es, “probablemente, el sospechoso principal”.

Durante décadas, el transporte marítimo ha consumido un combustible sucio que emite partículas que reflejan el sol en un proceso que en realidad enfría el clima y disimula parte del calentamiento global.

En 2020, entraron en vigencia nuevas normas marítimas internacionales que redujeron esas partículas de enfriamiento hasta en un 80%, lo que fue “como una especie de shock para el sistema”, indicó el especialista en atmósfera de la NASA, Tianle Yuan.

La contaminación con azufre interactuaba con las nubes bajas, volviéndolas más brillantes y reflectoras, pero eso no sucede tanto ahora, agregó.

Yuan rastreó cambios en las nubes asociados con las rutas de navegación en el Atlántico Norte y el Pacífico Norte, ambos lugares de gran calentamiento regional este verano. En esos lugares, y en menor medida en todo el globo, sus estudios revelan un posible calentamiento debido a la reducción de la contaminación sulfúrica.

Y la tendencia se registra en lugares donde “El Niño” realmente no la explica.

 

“Había un efecto de enfriamiento que persistía año tras año y de repente lo quitan”, dijo Yuan.

Diamond calcula que las normas marítimas causarán un calentamiento de 0.1 grados para mediados de siglo.

El nivel de calentamiento sería de cinco a 10 veces mayor en zonas de gran tráfico marítimo como el Atlántico Norte.

Otro análisis, de los climatólogos ZekeHausfather, de Berkeley Earth, y PiersForster, de la Universidad de Leeds, proyecta la mitad del cálculo de Diamond.

Volcán

En 2022, el volcán submarino Hunga Tonga-HungaHa’apai en el Pacífico Sur lanzó al aire más de 150 millones de toneladas de agua, que en forma de vapor es un gas de invernadero que atrapa el calor, según la investigadora Margot Clyne, que coordina simulaciones informáticas internacionales del impacto climático de la erupción.

El volcán también lanzó 500,000 toneladas métricas de dióxido de azufre a la alta atmósfera.

La cantidad de agua “es una locura total, absolutamente colosal”, dijo HolgerVomel, especialista en vapor de agua estratosférico en el Centro Nacional de Investigación Atmosférica que publicó un trabajo sobre los efectos climáticos potenciales de la erupción.

El vapor de agua llegó a un nivel demasiado alto en la atmósfera como para que se advierta ya su efecto, pero esto podría cambiar más adelante, añadió.

Un par de estudios utilizan modelos informáticos para mostrar el efecto de calentamiento de tanto vapor de agua.

Según un estudio, aún no sometido a la revisión por sus pares que es imprescindible en la investigación científica, el calentamiento sería de entre 1.5 grados adicional en algunos lugares y un grado en otros.

Pero los científicos Paul Newman, de NASA, y Mark Schoeberl, dicen que en esos modelos falta un ingrediente crucial, el efecto de enfriamiento del azufre.

Las grandes erupciones volcánicas como la del monte Pinatubo en 1991 causan normalmente un enfriamiento de la Tierra con el azufre y otras partículas que reflejan la luz del sol.

Pero Hunga Tonga lanzó una cantidad inusitadamente alta de agua e inusitadamente baja de azufre.

Los estudios sobre Hunga Tonga no incorporaron el enfriamiento sulfúrico, que es un proceso difícil, dijeron Schoeberl y Newman.

Schoeberl, científico jefe de Science and Technology Corp. de Maryland, publicó un estudio que calcula un enfriamiento general leve, de 0.04 grados.

El conflicto entre las distintas simulaciones informáticas “no significa que la ciencia está equivocada”, dijo Clyne. “Solo significa que todavía no hemos llegado a un consenso. Todavía lo estamos averiguando”.

Sospechosos Menores

Los sospechosos menores en la investigación incluyen la escasez de polvo africano, que enfría igual que la contaminación sulfúrica, cambios en las corrientes de aire en la alta atmósfera y desaceleración de las corrientes marinas.

Algunas personas que no son científicos han observado un incremento de las tormentas y manchas en el ciclo solar de 11 años y conjeturado que el sol sería uno de los culpables.

Los científicos rastrean las manchas y tormentas solares desde hace décadas y no han encontrado relación con el calentamiento en la Tierra, dijo el científico jefe de Berkeley Earth, Robert Rhode.

Las tormentas solares eran más fuertes hace 20 y 30 años, pero el calentamiento está aumentando ahora.

Búsqueda innecesaria

Otros científicos dicen que tanta búsqueda es innecesaria.

El cambio climático ocasionado por el ser humano, con un poco de ayuda de “El Niño”, basta para explicar las temperaturas recientes.

El climatólogo Michael Mann, de la Universidad de Pensilvania, señala que el calentamiento reciente se debe en sus cinco sextas partes al consumo de combustibles fósiles, y la sexta parte restante a un “El Niño” fuerte.

El efecto es aún más grande porque el mundo está saliendo de tres años de “La Niña”, que suprimió un poco las temperaturas globales, y entrando en un “El Niño” fuerte, añadió.—( AP)