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Ante crisis de agua en el Valle de México y la llegada del “Día Cero” es urgente un plan de tratamiento de agua residual y captar agua de lluvia: Especialista de la UACh

Octubre 15 del 2024.-(CODICS).- La sobreexplotación de los acuíferos y la falta de recarga de éstos, ha agudizado la crisis de abasto de agua para los más de 20 millones de habitantes del Valle de México (Ciudad de México, municipios del estado de México y una parte del estado de Hidalgo) ya que el crecimiento poblacional, el aumento de techos de viviendas y pisos de concreto impiden la filtración de agua de lluvia al subsuelo, advirtió el Profesor-Investigador en materia hídrica de la Universidad Autónoma Chapingo, Rafael Sánchez Bravo.

Por lo anterior, aseguró que urge diseñar un Plan de Desarrollo que empiece a tratar las aguas residuales y favorezca la captación de agua de lluvia ya que en la  Ciudad de México, solo se recicla entre el 10% y el 15% del agua de lluvia y el resto se va por el drenaje.

Es prioridad empezar a construir de manera masiva captadores de lluvia por toda la ciudad y tratar el agua para que podamos darle más de un uso. “Solo hay 70 mil captadores de agua de lluvia en CDMX”, puntualizó el ex Director del Departamento de Irrigación de la Universidad Autónoma Chapingo.

Tan solo en este año más de 200 colonias de la Ciudad de México tuvieron problemas de suministro del vital líquido y México, en 2020, fue el país que más agua embotellada compró a nivel mundial con 286 litros por persona anualmente, ejemplificó el Profesor-Investigador de la UACh.

El Profesor Investigador del Departamento de Irrigación, de la Universidad Autónoma Chapingo, participó en el XV Coloquio de los Comités Ambientales de las Dependencias del Instituto Politécnico Nacional celebrado en el Auditorio principal del edificio “Adolfo Ruíz Cortines”, del IPN en Zacatenco.

En su ponencia inaugural, expuso que alrededor del 40 por ciento del agua que se distribuye en la Ciudad se pierde en fugas a pesar de que recibe alrededor de 30 pulgadas de lluvia al año y sufre inundaciones frecuentes pero su capacidad para retener esa agua es prácticamente inexistente y rara vez utiliza prácticas como el tratamiento de aguas residuales.

Más adelante en su ponencia, el Ingeniero Agrónomo en materia hídrica expuso que actualmente las precipitaciones tienen un comportamiento difícil de predecir, llueve cuando quiere y como quiere en el país, y destacó que, en la vertiente central, donde hay grandes demandas de agua por los cada vez más grandes centros de población, el volumen de lluvia es reducido.

Lo anterior implica que, continuó, en la mayor parte del territorio no haya agua cuando éste involucra a ciudades grandes como es el Valle de México, Monterrey o Guadalajara, donde les falta agua y les sobra gente.

Recordó que el crecimiento poblacional es mayor cada año y por lo tanto la demanda del vital líquido también aumenta; sin embargo, los recursos naturales son los mimos, por lo que se genera una mayor presión sobre ellos. En el caso de la relación precipitación-infiltración-escurrimiento, la presencia desmedida de techos y pisos desequilibran el correcto funcionamiento del ciclo hidrológico.

No se ha querido observar que lo que hoy son techos y pisos de concreto antes era un suelo permeable que permitía la filtración del agua al subsuelo; y que en la actualidad estos volúmenes de agua que no se infiltra,  escurren por el sistema de alcantarillado donde se mezcla agua limpia de la lluvia con aguas residuales, ocasionado que el volumen de agua renovable se vea disminuido, y lo que es peor, que los sistemas de drenaje se vean rebasados y se provoquen las frecuentes inundaciones de centros de población.

“La realidad es que tenemos cada día más abatido el acuífero, sobre todo en las grandes zonas urbanas donde tenemos más demanda de consumo, pero menos recarga y entonces se incrementa el abatimiento del acuífero”, precisó.

Recordó, a profesores y alumnos del IPN, que nos anunciaron el día cero para junio del año pasado y se tomó a broma, pero no lo es ya que la Cuenca ya no alcanza a satisfacer la demanda.

El Sistema Cutzamala es una red de presas que abastece el 30% del suministro a Ciudad de México desde otros Estados, el otro 70% proviene de pozos y del acuífero.

Aun cuando la captemos, la tratemos y tomemos, el agua de lluvia de todos modos no va a ser suficiente porque la población va en aumento y a ésta hay que sumarle la población migratoria, concluyó.

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