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Beneficios del té de ajo y cómo prepararlo

El ajo es uno de los ingredientes que la mayoría de las personas tiene en su cocina, pues es usado para sazonar sopas, salsas y carnes, entre otras. Sin embargo, esta especie no solo sirve para darle sabor a las comidas, sino que también tiene varios nutrientes los cuales aportan grandes beneficios para la salud.

Según la Fundación Española de la Nutrición, el ajo era utilizado en el antiguo Egipto como un energizante. Por su parte, los romanos lo consumían por su acción antiparasitaria y en la Primera Guerra Mundial fue usado como una alternativa de los antisépticos.

Según el sitio web ‘Puleva’, el ajo posee un alto valor nutritivo y por cada 100g tiene 114 kcal. Sus componentes mayoritarios son el agua, los hidratos de carbono y la fibra. Además, en menor porción, contiene proteínas, grasas, minerales como: el zinc, el fósforo, calcio y hierro, y vitaminas entre las que destaca la C y, en menor cantidad, la B1, B2 y la A.

La Fundación Española del Corazón recomienda consumir esta especie para reducir el colesterol malo y además sirve como depurativo, antiséptico y antibacteriano. Hay varias formas de consumir este alimento ya que se puede ingerir con otras comidas, solo o en infusiones.

Los principales beneficios del ajo derivan de su riqueza en sustancias antioxidantes. El doctor Miguel Ángel Martínez Olmos, de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, le comentó al medio ‘CuidatePlus’ que se ha demostrado que esta especia tiene grandes beneficios para las personas que sufren hipertensión arterial, hipercolesterolemia y diabetes mellitus tipo 2.

El ajo contiene proteínas, grasas, minerales como: el zinc, el fósforo, calcio y hierro, y vitaminas entre las que destaca la C y, en menor cantidad, la B1, B2 y la A. Foto: iStock

Asimismo, indicó que tiene propiedades hipotensoras e hipolipemiantes, las cuales mejoran la circulación sanguínea y ayudan a las personas que sufren del colesterol. Por otro lado, es un antiagregante plaquetario por lo que su consumo excesivo o en formas concentradas pueden interferir en los medicamentos anticoagulantes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado las siguientes recomendaciones para ingerir este alimento: una dosis diaria de 2 a 5 g de ajo fresco (aproximadamente un diente de ajo), de 0,4 a 1,2g de ajo en polvo seco, de 2 a 5 mg de aceite de ajo y 300 a 1.000 mg de extracto de ajo.

Preparación del té de ajo

En el portal ‘Mejor con Salud’ recomiendan tomar esta bebida en ayunas, todos los días, durante la mañana para que las personas puedan obtener todos sus beneficios. Es importante mencionar, que esta infusión no reemplaza ningún tratamiento médico y si tiene alguna duda sobre este alimento consulte a un profesional.

Esta preparación es bastante fácil, solo se necesita una taza de agua y un diente de ajo. También, puede añadirle jengibre o limón al gusto. Luego, todos los ingredientes se hierven en una olla entre 15 a 20 minutos. Después, se deja reposar y cuando esté fría ya está lista para consumirse. Además, para endulzar la mezcla se le puede añadir una cucharada de miel.